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Tierras viejas, tierras nuevas y tierras de relleno de América
Las tierras viejas de América, tienen su origen en el antiguo continente llamado Pangea que, al fraccionarse y separarse por los movimientos de la corteza terrestre, dieron origen a los territorios nucleares de los actuales continentes. Con el tiempo, esas tierras estuvieron expuestas a procesos erosivos y metamórficos (transformadores) que originaron territorios muy compactos y de baja altura denominados escudos y cratones o también comúnmente conocidos como macizos. Las tierras nuevas de América, e s tán formadas por montañas de gran elevación, muy escarpadas (con grandes pendientes) y con muchas actividad sísmica. Empiezan en Alaska en el norte, y terminan en la Tierra del Fuego, en el extremo sur del continente Americano. Las tierras de relleno de América, son tierras prácticamente planas, recorridas por uno o varios ríos y debido a la sedimentación volcánica, por lo general corresponden a tierras muy fértiles.
Importancia de las tierras nuevas de América
Por su longitud, anchura y la dirección que siguen, constituyen una enorme barrera natural. Determinan diferentes espacios geográficos y modos de vida de los habitantes del continente. Por su altura y amplitud detienen el paso de los vientos y las lluvias, determinando sectores más áridos y otros más húmedos. Por su belleza escénica favorece el turismo recreativo y la práctica de distintos deportes, algunos ejemplos son: descanso, montañismo, alpinismo, escalar, esquiar, entre otros. En las Montañas Rocallosas aunque se distinguen por su aridez, no obstante en las laderas del norte crecen los bosques de coníferas de donde se extrae madera, también se destaca estas tierras por los yacimientos de minerales como: oro, plata, cobre, ploma y zinc, lo que promueve la minería. La Cordillera Centroamericana destaca su importancia por la actividad agrícola debido a la fertilidad de los suelos volcánicos.
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